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Extracto:Terra y Luna. Una analogía muy directa era la propuesta de fondo de Terraform Labs, al empresa fundada por Do Kwon y que ya es una de las mayores encerronas y fiascos del mundo de las criptomonedas.
Kwon, el 'padre' de una propuesta seductora que no dudaba en demostrar su ego en Twitter
Como decimos, Do Kwon es el fundador y director general de Terraform Labs. Él, al igual que Terra como empresa, es surcoreano, lo cual es un detalle importante porque es poco probable que un experimento financiero de esta envergadura pudiera tener lugar en un entorno regulatorio más estricto, como el de Estados Unidos.
Hijo de un distribuidor de productos farmacéuticos y equipos médicos, Kwon tuvo una educación muy internacional. Autoproclamado “empollón” de adolescente, empezó a leer obras teóricas a una edad temprana. Su historia se parece mucho a la de un niño prodigio de Silicon Valley. Se graduó con éxito en la prestigiosa Universidad de Stanford, donde se licenció en informática. A continuación, aceptó un trabajo en Microsoft hasta dejar la empresa hace seis años para fundar Anyfi, una empresa que utilizaba tecnología wifi mesh para transmitir ancho de banda a quienes no tenían acceso a Internet.
Entre sus inversores estaba el gobierno de Corea del Sur, y los fondos recaudados superaron el millón de dólares. Por supuesto, este trabajo le llevó a donde está ahora: las criptomonedas.
Creó Terra, que incluye las citadas Luna, UST, además de Anchor, Mirror (dos protocolos) y muchas más apps entre su ecosistema. Se convirtió en uno de los nombres más importantes de la criptografía, a pesar de haber cumplido apenas los 30 años.
Un proyecto que sedujo a muchos inversores
Hasta esta semana, UST era la stablecoin algorítmica más exitosa de la historia. Pero la stablecoin UST se derrumbó debido a algo que no cambia en economía por mucho que cambien las cosas: la falta de confianza. Los inversores ya no se sentían seguros de que la paridad con el dólar se mantuviera. Al igual que una economía emergente que fija su moneda a una establecida, pero que tiene pocas reservas de fondos o respaldo de deuda para sustentarla, todo se vino abajo.
Durante este tiempo Kwon siempre ha sido muy activo en Twitter, donde solía responder a menudo con pocos miramientos a sus críticos.
En retrospectiva, tal vez fue el líder de un ecosistema altamente experimental que fue valorado en miles de millones, siendo aún un veinteañero, y abusando de cualquiera que se atreviera a cuestionar la fiabilidad de su activo.
Kwon ha intentado salir del paso de la debacle con una nueva propuesta para rescatar su idea de los muchos daños sufridos, pero no parece que vaya a salir con el mismo número de seguidores que con los que contaba.
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