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Extracto:Estamos frente a momentos cruciales en indicadores como PIB, tasas e inflación
Es un hecho, la inflación en Estados Unidos está condicionada principalmente por el ritmo del precio de los bienes y el del petróleo. El acaparamiento de los hogares por los bienes, mientras que los inventarios eran reducidos, es la fuente de este desbalance.
No se trata de una cuestión salarial, dicen los expertos. El ajuste de la oferta está en proceso, pero podría verse interrumpido por la Fed, que ahora desea intervenir rápido con el riego de influir en la actividad. También los expertos opinan que sería una pena si el presidente Joe Biden no es capaz de impulsar su plan de estímulos.
La inflación en Estados Unidos se elevó de nuevo en diciembre. Fue de 7%, el nivel más alto desde principios de los 80, del siglo pasado. Durante todo el año, la inflación promedio fue de 4.7%. de nuevo, esta es una cifra históricamente alta.
La tasa de inflación subyacente también es muy alta. Se elevó a 5.45% en diciembre y a 3.6% en promedio para todo el 2021.
1- El papel de la energía es todavía esencial incluso si su contribución, como en la euro zona, cayó en diciembre. Esto refleja la caída promedio de los precios. Un barril de Brent promedió 74.7 USD comparado con 81 en noviembre. La dinámica se ha revertido desde entonces.
2- La aceleración de la inflación procede casi en su totalidad del precio de los bienes. La gráfica cuyos índices se ven rebasados a 100 en el primer trimestre del 2020 es explícita. Es consistente con el drástico aumento en la demanda de bienes después del relanzamiento de Biden el pasado marzo. La demanda de servicios cambió poco durante el periodo.
La comparación con el ritmo del consumo de los hogares de artículos importantes llama mucho la atención, y sugiere que el estímulo de Biden está en el origen de este aumento inflacionario.
La ruptura no es una cuestión de salarios sino de la dinámica de la demanda, de otro modo la demanda de servicios se habría incrementado drásticamente y el índice de precios asociado habría mostrado una ruptura.
La inflación es, por tanto, del tipo observado después de un periodo de racionamiento así como después de una guerra.
También notamos que a pesar de su rápido incremento, el componente de la vivienda, cuya contribución de 1.34%, la más alta desde el periodo pre-crisis, tiene un reducido impacto en el perfil del índice de precios de los servicios.
Es por tanto necesario monitorear los causantes de tensión en el sector de bienes con el fin de entender la tendencia futura de la inflación.
En vista del perfil de la inflación anterior y al reproducir los perfiles mensuales promedio, la tasa promedio de la inflación podría ser de 4.4% en el 2022 pero de 1.8% en una escala descendente a finales de diciembre. Para la inflación, la tasa promedio sería de 4% y 2.1% en una escala descendente.
No debemos olvidar que estas son solo referencias ya que el inicio del año aún registrará una alta tasa de inflación subiendo la cifra que de hecho se observará.
Breve conclusión
Lanzar un estímulo de gran escala cuando la economía está en desequilibrio implica correr el riesgo de crear otro sesgo.
Esto es probablemente lo que pasó en Estados Unidos con todos los paquetes de estímulos que se han implementado con el fin de tratar de hacer que la economía converja en su tendencia previa. Desde este punto de vista, la zona Euro ha generado pocos desequilibrios. Asimismo, los hogares estadounidenses, después de haber recurrido a su dinero de reserva asociado con la recuperación, se han enfocado en su consumo de bienes.
La particularidad del periodo es que se trataba de racionar primero que nada los bienes y servicios y después solamente los servicios debido a las restricciones sanitarias. El fin del racionamiento de bienes ha animado a los hogares a apresurarse a consumir bienes y abandonar los servicios.
Sin este racionamiento en servicios, el efecto de la recuperación habría sido más difuso, mejor distribuido y las empresas manufactureras no habrían sufrido tanto de esta falta de inventarios al momento de la precipitación.
La Fed se moviliza ahora ante esta situación de riesgo, al querer intervenir demasiado pronto, para amortiguar el ajuste que se aproxima en la industria mientras que Joe Biden no ha logrado que se aprueben sus dos nuevos planes de estímulo. la economía está en riesgo de quedar rápidamente constreñida.
La Fed tiene razón al pretender regresar al juego porque su credibilidad está en riesgo, pero desear intervenir demasiado rápido podría modificar pronto las expectativas (incremento en las tasas reales) e influir en la actividad económica y el crecimiento.
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